A continuación transcribimos la traducción de un artículo publicado por The New York Times. Luego haremos algunas consideraciones respecto de la infección por papilomavirus humano, su prevención y tratamiento.

Si bien el cáncer anal es raro en la población en general, el riesgo para los hombres que tienen una historia de relaciones sexuales por esa vía puede ser 30 veces mayor, según demuestran estudios recientemente publicados.
Investigadores de la Universidad de California en San Francisco, de la Universidad Stanford y de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Harvard, entre otros, informaron también que los gays que tienen VIH, el virus del sida, también sufren un riesgo mayor. Un Pap anal, que implica tomar una muestra de tejido celular del recto, es similar al Pap que se realizan las mujeres para detectar si hay células precancerígenas en el cuello del útero. El cáncer de cuello de útero y el cáncer anal pueden ser fatales si no se los detecta a tiempo.


Estos tipos de cáncer, así como las anomalías celulares llamadas displasia que pueden derivan en cáncer, están asociados a una infección con el papilomavirus humano, o PVH. "Es algo a lo que deberíamos prestarle atención", dijo el doctor Joel Palefsky, profesor de medicina de la Universidad de California en San Francisco. "Decidimos como sociedad que es
importante invertir miles de millones de dólares en pruebas para detectar y tratar la displasia cervical antes de que derive en un cáncer", sostuvo el médico. "Y también deberíamos detectar y tratar la displasia anal en las poblaciones de alto riesgo".

El PVH es una enfermedad de transmisión sexual generalizada aunque asintomática. Se cree que hay más de 20 millones de norteamericanos infectados con el papilomavirus humano. Varios estudios informaron que los gays sexualmente activos, especialmente los que contrajeron el virus del sida, presentan un alto riesgo de contraer una infección anal causada por el PVH.

Un estudio de 1998, uno de cuyos autores es el doctor Palefsky, demostró que el 61% de 262 gays y hombres bisexuales VIH negativos de San Francisco y el 93% de 346 gays y hombres bisexuales VIH positivos estaban infectados con el PVH anal. Ya se identificaron varios tipos de PVH, incluso algunos que causan pequeños tumores frecuentes, pero sólo algunos infectan las zonas genital y anal. Se cree que no son muchos los que causan displasia. Y si
bien se demostró que el tratamiento de la displasia cervical reduce laincidencia de cáncer, hasta el momento existen pocas pruebas contundentes de que lo mismo es válido para la displasia anal, a pesar de las semejanzas en los desórdenes.

Muchos médicos que tratan a homosexuales y hombres VIH positivos todavía no les mandan hacer estudios para detectar displasia anal. Su argumento es que hay pocas evidencias de que el tratamiento de la displasia, que puede
resultar doloroso, prevenga el cáncer. Sin embargo, la doctora Lisa Capaldini, una médica clínica de San Francisco, dice que el Pap anal, en los últimos años, se convirtió en un tema sustancial de debate entre sus colegas. "Es un campo en plena evolución y es una cuestión de la que se habla mucho entre los médicos que tratan a homosexuales", afirmó..

El tratamiento de la displasia anal implica quemar las células anormales o removerlas quirúrgicamente. Como el Pap anal y el tratamiento de la displasia anal todavía se consideran experimentales, las medicinas prepagas, por lo general, no los cubren. El problema es cada vez mayor porque muchos hombres infectados con el virus del sida toman medicamentos
antirretrovirales efectivos y viven más tiempo, lo cual trae aparejada una mayor probabilidad de contraer cáncer anal. Por eso, el doctor Palefsky recomienda el Pap anal cada dos o tres años para los gays y bisexuales VIH negativos y todos los años para los que tienen sida.

© The New York Times

La prevención y tratamiento de la infección por PVH

Como dice el artículo, es PVH es una familia de virus, algunos de ellos  se contagian en las relaciones sexuales. En estos casos el PVH se aloja en las mucosas o la piel de los órganos genitales provocando verrugas (o condilomas) que pueden ser visibles, con forma abultada o plana, pero también  invisibles, esas verrugas pueden evolucionar y tranformarse en células precancerosas y cuando no se las trata existe la posibilidad de que se transformen en cancerosas.
No existe ningún tratamiento definitivo y generalmente suele haber recidivas, por lo que las personas infectadas deben realizarse estudios periódicos para detectar las células precancerosas.
El tratamiento básicamente consiste en la destrucción de las lesiones con diferentes métodos: pomadas, criocirugía, tratamiento con laser, bisturí eléctrico..
Como en otras infecciones contagiosas en en las relaciones sexuales, el uso del preservativo disminuye el riesgo de infección.
Todos sabemos que el sexo anal siempre debe realizarse con preservativo, pero hay parejas que conociendo con certeza que ningúno de sus integrantes es portador del VIH, dejan de utilizar el preservativo en sus relaciones anales.
En estos casos sería conveniente que también se realizaran el PAP para tener la tranquilidad que ni en el pene ni en el recto hay presencia del PVH.
Urólogos, proctólogos e infectólogos son los profesionales más indicados para prescribir el PAP.

Javier de la juventud de SIGLA