Desde 1996 SIGLA tenía quejas sobre la prohibición de que los varones homosexuales donasen sangre. La Ley de Sangre no dice palabra sobre el sida, pero la Ley de Sida pide anamnesis obligatoria (es el nombre técnico del interrogatorio previo a la donación) pero sin decir qué preguntar. Creíamos que los abusos eran algo arbitrario e individual.

En 1997 supimos que era una norma, pero no pudimos localizarla. Al fin dimos con la Resolución 702/93.

De acuerdo con ella, alguien empecinado en prácticas de riesgo podía donar sangre por el mérito de «correr riesgos heterosexuales», pero de un homosexual o bisexual, por serlo, se presumía que infectaría el banco de sangre sin ser detectado por estar en período de ventana. Para sus homófobicos redactores, los varones homo-bisexuales siempre nos habíamos infectado el día anterior a donar sangre.

El reclamo de Víctor

Aparecían protestas con datos erróneos, recogidos por la revista de Lanata, SIGLO XXI, pero no denuncias concretas. No es propio de SIGLA provocar situaciones ante un reportero y un fotógrafo: la opinión pública confía en nosotros porque somos reales. Buscamos terminar con la homofobia, no salir en los diarios. Ningún donante auténtico se animaba a firmar una denuncia; pero al fin un socio joven, Víctor, nombrando a SIGLA su representante, lo hizo ante el Defensor del Pueblo de la Nación, Jorge Maiorano, ante la Defensora del Pueblo de la Ciudad, Alicia Oliveira, y ante el Instituto Nacional Contra la Discriminación. Fue el primero, según nos informó en abril de 1999 la Defensora Adjunta Diana Mafia.

El compromiso del ministro Mazza

El martes 23 de diciembre de 1998, en el acto de firma de convenios entre ONG´s y LUSIDA, Rafael Freda (RF) y el ministro Alberto Mazza (AM), cruzaron estas palabras:

RF : (...) Aquí el Estado le ha dicho al Tercer Sector "los necesito", y nosotros, el Tercer Sector, le estamos diciendo al Estado: "aquí nos tiene". Falta mucho aún: hechos concretos. Tómelo como un pedido personal, ministro: que las Normas de Medicina Transfusional, la Resolución 702, sea modificada cuanto antes, porque su contenido no sólo es discriminatorio sino absolutamente anticientífico. La homosexualidad no deja cicatriz biológica visible. (...)

Schiller decía que los dioses mismos no podían vencer la estupidez humana, pero al virus hay que tomarlo como tal, sin que sea metáfora, sin que sea arma política, sin que sea nada más que el causante de un gran dolor (...)

AM : (...) La Argentina ha venido desarrollando un trabajo en común entre Estado y ONG´s, y afortunadamente podemos decir que (...) ya no hay a quienes se convoque y no vengan. En este trabajo histórico se suman muchas actividades, pero hay dos o tres centrales. Una es el trabajo de la prevención, (...) otro, fundamental, es el tema de la discriminación. A veces puede provenir de alguna norma, que desde ya estamos decididos a analizar y revisar cuantas veces sea necesario (...) Para eliminar la discriminación se deben eliminar los errores, los prejuicios, las falsas ideas: a lo que usted aludió llamándole la estupidez humana".

El 26 de diciembre la Defensora Alicia Oliveira firmó un dictamen pidiendo al Instituto Favaloro que atenuase sus interrogatorios. El INADI y la Defensoría de la Nación guardaron silencio.

Se inicia el proceso formal de derogación

SIGLA inició el 28 de enero de 1999 el expediente 2002-1.215.99-0 en Mesa de Entradas del Ministerio de Salud, dirigido al ministro Mazza:

Nos dirigimos a usted para solicitarle tenga a bien, con la máxima urgencia, dejar sin efecto las NORMAS DE MEDICINA TRANSFUSIONAL aprobadas por su Ministerio el 21 de septiembre de 1993, por Resolución 702/93, en todo lo referente a la exclusión permanente de la donación de sangre de las personas homosexuales, bisexuales y otros "grupos de riesgo", según los designa ese texto.

La mencionada Resolución, en su punto B.1.2.6.1, "Enfermedades Virales" es manifiestamente anticientífica, discriminatoria, homofóbica y adolece de graves deficiencias de información en relación con las posibilidades de transmisión y detección del VIH. Su texto se elaboró en 1992 incluyendo el criterio de la triple HHH (haitianos, heroinómanos y homosexuales), cuya pervivencia no es sólo un anacronismo, sino un agravio a la dignidad de las personas homosexuales y de los científicos argentinos.

Esta Resolución es escudo para la homofobia de personas e instituciones que elaboran anamnesis intrusivas, inútiles y discriminatorias, y que eluden su responsabilidad amparándose en estas Normas. (...) Al no haberse dado los pasos conducentes a lo solicitado desde aquella fecha, reiteramos hoy formalmente el pedido, dejando aclarado que, al finalizar el próximo mes de marzo, se habrá incurrido en inacción administrativa, que nos dejará expedita la vía del amparo para cualquier nueva presentación o protesta contra la Resolución 702/93, de acuerdo con el segundo párrafo del artículo 42 de la Constitución Nacional.

Daremos a publicidad este texto.

Nadie publicó nada entonces. El Ministerio pidió la opinión de sus expertos en calidad de sangre; SIGLA volvió a elevar nota el 24 de marzo de 1999, motivando que se desdoblara el expediente y se diese intervención a la Comisión Asesora de SIDA. A los dos días, Página 12 publicó un artículo donde el Dr. Gelly sostuvo que los homosexuales hacíamos peligrar los bancos de sangre. Respondimos el 1 de abril, por FM La Tribu:

Rafael Freda (RF): Hemos figurado en Página 12 porque (...) salió la noticia sobre el pedido de SIGLA de derogación de la resolución 702 del Ministerio de Salud que prohíbe que los homosexuales donen sangre. (...) el Dr. Gelly de la Fundación Favaloro hace acusaciones infundadas escudado detrás de su título. (...) Gelly habla de la Organización Mundial de la Salud y de la seroprevalencia del Instituto Favaloro, lo cual es algo así como que yo hable de la pedagogía del patio de casa: no se puede tomar seroprevalencia en un Instituto. Habla de los homosexuales como grupo de riesgo, y dice "para nosotros lo son". Muy científico. Para mí un grupo de riesgo son los médicos a cargo de servicios de hematología que se apellidan Gelly. Son un riesgo para los homosexuales. ¿Cómo se puede ser tan irresponsable, doctor? (...)

Se reescribe la norma

El 5 de abril de 1999 SIGLA recibió un fax de Eduardo López, asesor del Ministro Mazza, informándonos sobre las reescritura de las Normas de Medicina Transfusional. El 6 de abril respondimos, entre otras cosas:

Las objeciones relacionadas con el período de ventana que se han voceado por la prensa son fantasías discriminatorias. (...) en la página 18 del libro SIDA, LOS HECHOS, LA ESPERANZA, del Dr. Saad Khoury, adecuado a la República Argentina y con supervisión médica de la Dra. Laura Astarloa, se lee: "A raíz del testeo obligatorio y a raíz de la gran confiabilidad de las pruebas utilizadas, el riesgo de transmisión es muy bajo: está en el orden de uno por cada 600.000 unidades de transmisión".

El 6 de abril los diputados Laura Musa, Margarita Stolbizer, Elisa Carrió y Alfredo Bravo presentaron su proyecto de resolución (D-1447) por la derogación de la prohibición.

El 12 de mayo la nueva redacción pasó a revisión y firma.

Las plumas del pavo real

Una fábula cuenta que el cuervo, viéndose feo, se vistió con las plumas caídas del pavo real. En abril habíamos transmitido a la Defensoría del Pueblo de la Ciudad toda esta información. Como buenos gays, habremos dejado caer algunas plumas, porque el 18 de mayo la misma Defensoría que en diciembre había tomado otra decisión en el caso de Víctor presentó un recurso de amparo contra el Ministerio, junto con una entidad de minorías sexuales cuyos representantes, a juzgar por lo declarado a SIGLO XXI , no sabían ni qué norma contenía la prohibición.

El 20 de mayo Eduardo López ratificó en FM Porteña de Quilmes que la prohibición no regiría más: el 21 de mayo se firmó, como respuesta al expediente de SIGLA, la Resolución modificatoria 365/99.

El 28 de mayo la otra entidad atribuyó a su amparo "la derogación de la 709"(es la 702). No existe Juzgado que reciba el 18 una demanda, la lea el 19 y la notifique el 20: tampoco existe Ministerio que reescriba sus Normas de Medicina Transfusional en un día, y, como los Estados Unidos tienen prohibición perpetua de donación de sangre para homosexuales y bisexuales, sería raro el juez que se convenciera tan presto de que Brasil y Argentina tenemos razón contra el resto del mundo.

SIGLA no presentó amparo porque primero había que negociar: creemos en convencer, no en vencer.

La reacción homofóbica

Hubo repudios: el 21 de mayo La Prensa criticó al Ministerio, y en Página 12 del 22 de mayo el Dr. Kohan, de la Asociación Argentina de Hemoterapia, del Fleming y del Clínicas, proclama que el Ministerio revocó la prohibición "para quedar bien", y declara que desobedecerá la nueva normativa.

La presunta justificación de la furia de estos médicos es el período de ventana: si alguien inadvertidamente dona sangre y está en ese período, el banco de sangre se contamina. Pero el período de ventana dura 90 días, y en poquísimos casos se extiende a más; con doce meses se cubre todo lo imaginable. El nuevo interrogatorio tiene que indagar sobre las conductas de riesgo del último año: con eso tiene que ser más que suficiente, pero los homófobos están decididos a discriminar.

Otro repudio vino es el de los falsos pavos reales: tacharon de discriminatoria de seropositivos e intrusiva de la privacidad a la nueva Resolución: pero el período de ventana sí existe, y la mayor frecuencia de trato sexual, o el mayor trato sexual con seropositivos, incrementa el riesgo. Ahí no vale la proporción 1/600.000. Que para proteger los bancos de sangre se promueva la autoexclusión de los que hacen sexo inseguro, gustan de relaciones múltiples o tienen sexo con personas VIH positivas es legítimo. Ojalá el Ministerio en lugar de "promiscuidad" dijese "encuentros sexuales ocasionales, anónimos, múltiples e inseguros": pero no se puede pedir todo.

Seguiremos chocando contra los prejuicios. En muchos servicios y hospitales habrá homofóbos que se aferrarán a la vieja norma. Denunciálos. Lo que vale es lo que hacés, no lo que sos: si tenés certeza de ser seronegativo, podés donar sangre.

Si te lo niegan, está nuestro servicio legal gratuito. Cuidar que nadie se infecte está bien, pero insistir en que el peligro de infección radica en nosotros, los homobisexuales, es un estigma que no debemos soportar.

 

¿Qué decía la norma que nos prohibía donar sangre?

Prefacio:

Estas normas fueron elaboradas durante el año 1992 por un comité de expertos designado a tal efecto por la Asociación Arg. de Hemoterapia (AAHI).
Es esta la cuarta edición de la "Normas", publicadas por primera vez en la Argentina en el año 1968... la AAHI desde entonces se ocupa de actualizarlas periódicamente, en los años 1982 (2da. edición) y 1987 (3ra. edición).
La vertiginosa evolución de la medicina transfusional hace que deban ser actualizadas con intervalos cada vez más cortos...

Comité de redacción:
Dr. Ewald Schemee (coordinador);Dr. Juan Marletta;Dr. Juan Alberto Carreras Vescio;Dr. Abraham I. Kohan; Dr. Máximo Margulies;Dra. Ana del Pozo;Dr. Alberto S.S. Slepoy.

B. DONANTES DE SANGRE
... B.1.2.6.
Enfermedades infecciosas
El donante potencial no deberá tener antecedentes de enfermedades infecciosas transmisibles por sangre.

B.1.2.6.1. Enfermedades virales:
Quedan excluidos permanentemente como donantes de sangre o componentes quienes:

a)Tengan antecedentes de hepatitis viral, o tengan o hayan tenido una prueba serológica para HBsAG positiva confirmada.
b)Tengan evidencia presente o pasada, clínica o de laboratorio, de infección con virus HCV o HIV.
... d) Pertenezcan a grupos de alto riesgo para el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida. A saber:

-Los varones que sean homosexuales o bisexuales.
-Los hemofílicos
-Las personas que hayan visitado o vivido en áreas geográficas de alto riesgo (Haií, Africa sub-Sahariana e islas cercanas) y tenido relaciones sexuales con quienes viven allí.
-Quienes hayan tenido relación sexual con alguien que tenga o haya tenido una prueba positiva para el SIDA.
-Los varones o mujeres que ejerzan o hayan ejercido la prostitución, y quienes hayan tenido relación sexual con tales personas en los últimos 6 meses.
-Quienes hayan tenido relación sexual con alguna persona incluida en cualesquiera de los grupos anteriores...

B.1.2.6.3. Síndrome de inmunodeficiencia Adquirida (SIDA): Se deberá informar a todos los donantes acerca de los grupos o actividades de alto riesgo para el SIDA, debiéndose rechazar a quienes pertenezcan a los mismos. El interrogatorio al donante deberá incluir preguntas vinculadas a los síntomas y signos del SIDA, complejo relacionado al SIDA y sarcoma de Kaposi.

B.5.5 Pruebas para enfermedades transmisibles:
B.5.5.1.
Se realizarán en una muestra de sangre de cada donante investigaciones serológicas para sífilis (anti.T.pallidium), brucelosis (anti-Brucellas), enfermedad de Chagas (anti-T.cruzi), síndrome de inmunodeficiencia adquirida (anti.HIV-1) , hepatitis B (HBsAg) y hepatitis C (anti-HCV)...

 

El retroceso: la reunión convocada por Organización Panamericana de la Salud en Montevideo, comentadas en dos emisiones del Programa radial de SIGLA "Totalmente Natural", Nº379 y 380 de los martes 29 de febrero y 7 de marzo de 2000:

Emisión 379:

Rafael Freda(RF):Tengo un mala noticia. ¿Recuerdan el tema de la prohibición de donar sangre para homosexuales? Acabo de recibir un documento de parte del Dr. Sotelo, titular de ONUSIDA, Naciones Unidas contra el SIDA, producto de una reunión convocada por  la Organización Panamericana de la Salud en Montevideo en agosto de 1999.

A raíz de aquella presentación nuestra ante el Ministerio de Salud de la Nación a fines de 1998, la respuesta del ministro Maza fue la Resolución 365/99, que eliminaba la prohibición de que homo y bisexuales donasen sangre. En tanto, hubo un tumulto político que tuvo como protagonistas a la Liga de Defensa de las Minorías Sexuales y a Alicia Oliveira, Defensora del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires. Ellos iniciaron juicio al Ministerio de Salud: presentaron un amparo que terminó estropeando lo que casi estaba logrado, que era  un avance contra la discriminación y la estigmatización de las personas homosexuales, en este caso varones homo y bi.

Nuestra argumentación era que, más allá de los conocimientos técnicos, más allá del respeto a los derechos civiles y humanos, no se podía desaconsejar a una persona que done sangre por el mero hecho de ser homosexual o haber ejercitado su homosexualidad. Ahora, cuando leo este documento que nadie me había enviado hasta ahora, en la página que dice “autoexclusión predonación”, los motivos para abstenerse de donar sangre son: si se ha hecho tatuajes o acupuntura; si fue o es consumidor de drogas inyectables, y el tercero es: “si tiene o ha tenido relaciones sexuales hombre con hombre”, sin calificar nada más. No agrega ni siquiera “en el último año”, que sería muy discriminatorio, pero hubiera sido al menos una posición intermedia; ni tampoco aclara “en tales situaciones de riesgo”, que era lo único correcto desde el punto de vista científico y de la no discriminación. No agrega nada. Un hombre tuvo sexo con otro hombre, fuera.

¿Cuál es la justificación científica de mantener esta prohibición? Se las leo: “recientemente , en los paises de la región se ha cuestionado por parte de grupos  de derechos humanos algunas  de las preguntas formuladas para selección de los donantes por considerar que afectan los derechos de estos. Asimismo se ha afirmado que algunas de las preguntas del interrogatorio al donante son discriminatorias  y carecen de valor a los efectos de una donación segura”. Siguió esta declaración: se han solucionado los estigmas que caían sobre los subsaharianos, sobre los visitantes de prostíbulos, sobre los turistas sexuales y los consumidores de prostitución infantil. De todos ellos ha desaparecido el estigma que era la Resolución 702/83.  ¿Quiénes son los únicos que quedamos bajo el estigma?Los hombres que hemos tenido relaciones sexuales con otro hombre, antes denominados homo/bisexuales. Lo único que han logrado la Liga de Defensa de las Minorías Sexuales y la Defensora Oliveira con su juicio al Ministerio de Salud es confirmar el estigma.  ¿Por qué afirmo esto? Porque a esa reunión asisitieron: La Dra. Laura Astarloa del Programa Nacional de SIDA Argentino, la Dra. Ana del Pozo, el Dr. Claudio Galli, el Dr. Claudio Niccolini, de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, el Dr. Edward Smith, el Dr. Vázquez Acuña, la Dra. Malicho de Samaniego, la Dra. María Curbello, el Dr. Andrew Miller, el Dr Francisco José Otonelli del Uruguay, Perdomo del Uruguay, Russi de Uruguay, la Dra. Margarita Serra del Uruguay, OPS ONUSIDA Dr. Fiusa Lima de Uruguay, Gabriel Smunish de Washington DC, la Dra. Mercedes Weissenbacher, el Dr. Fernando San Román del Principado de Asturias. Ningún afectado por la Resolución 702.

Tengo una esperanza para el cariño que le tengo a la Dra. Astarloa. En el encabezado hay una aclaración que dice: “el resultado de esta reunión expresa la decisión de la mayoría sin perjuicio de las opiniones particulares de algunos integrantes del grupo”.  Y a este grupo donde  no hay ningún homosexual, donde la defensa de los derechos humanos la tuvo el Dr. Claudio Niccolini de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, que de estigma en carne propia no creo que sepa nada, pregunto, ¿por qué no invitaron al INADI o a SIGLA? ¿Quién presentó el primer reclamo contra esta prohibición? SIGLA. ¿Quién figura en el Instituto Nacional contra la Discriminación? La Sociedad de integración Gay Lésbica Argentina. Entonces ¿por qué no se nos invitó? No me pueden decir que fuimos excluidos de esta reunión porque era una reunión de expertos, porque ni el Dr. Vázquez Acuña ni el Dr. Nicolini son expertos en hematología. Por lo tanto, acuso a OPS, de quien hemos recibido subvenciones para trabajo en SIDA, de discriminación.

Ahora hablaremos con el Dr. Niccolini para saber qué dijo, porque su jefa, la Dra. Oliveira, Defensora del Pueblo de la Ciudad, que me dijo despreciativamente que ella sabía que el juicio era el único medio con que se conseguía algo, con el dinero del pueblo le pagó a una Universidad privada para que preparara un escrito tonto, estúpido y científicamente débil demandando a la Nación, y con eso presentó su recurso de amparo. O sea, fue a la guerra para ser derrotada, y lo pagamos nosotros, en dinero y en estigma.

Habiendo recibido la mejor cachetada del año 2000, continuaremos con este tema el martes próximo con la Dra. Astarloa, que será nuestra invitada en el progama en el que Totalmente Natural cumplirá 7 años de emisión ininterrumpida.

Emisión 380:
La opinión de la Dra. Laura Astarloa del Plan Nacional de SIDA de Argentina.

RF: Aprovechando la presencia de la Dra. Astarloa, ustedes recordarán que el programa pasado me tomé media hora de furia para hablar del documento que había llegado a mis manos en relación a la reunión de Montevideo sobre el tema de la sangre, y aunque todo el mundo hizo lo posible para olvidarse de mandarnos una copia, vamos a seguir insistiendo.

Nosotros habíamos pedido que se excluyera a los varones homosexuales y bisexuales de la prohibición discirminatoria como donantes de sangre, y descubro un año después de nuestra presentación que en el Encuentro de Montevideo llamado por la OPS en agosto de 1999, al que asitieron usted Dra. y otra gente más, todo esto se ha agravado. Ahora es “hombre que hace sexo con hombre” sin condicionamiento alguno, ni en el tiempo, ni con preservativo, ni sin preservativo, ni con nada. Eso sí, mucho mas educado, ¡mucho más estigmatizador, pero mucho más educado! “Estimado hombre que hace sexo con hombre, este estigma que le estamos colocando lo hacemos con todo pesar ”. Sospeché que la frase que decía que eso era consenso de mayoría a pesar de la disidencia podía tenerla a usted entre los disidentes.

Dra. laura Astarloa (LA): Así es, juntamente con el Dr. Martin Vázquez Acuña.

RF: Entonces fue buena mi deducción de que usted había sido una de las disidentes, y que el experto norteamericano había logrado imponer su convicción de que la comunidad gay  es en el Cono Sur lo que es en EEUU, ya que la Dra. Weissenbacher er de OPS y su sueldo dependía en ese momento de Washington.
Esto es serio: estoy muy preocupado por el devenir del sida en nuestro país. Ayer  les estaba explicando a los chicos del taller de formación de coordinadores que a veces yo me pongo malo con el psicoanálisis y me obligo ahora a recordar que este país adora al psicoanálisis.

LA: Sin lugar a dudas, mi estimado.

RF: Cuando afirmo que el psicoanálisis es homofóbico hay gente que se enoja y deja de oirme.  Por eso tengo que aprender a decir “el psicoanálisis de Freud no es homofóbico: hubo un sicoanalista, Bergler, que popularizó ideas homofóbicas falsamente freudianas, pero hay nuevos freudianos, como Isay, que sin ser homofóbicos hacen una nueva lectura de Freud”.

Algo así tendremos que aprender a hacer para referirnos a los médicos que salen de la Facultad de Medicina y con toda soberbia afirman que conocen el comportamiento sexual humano, que ellos saben qué es un gay y qué es la comunidad gay. En función de esto la Facultad de Medicina decide hacer una análisis de seroprevalencia en la comunidad gay, pero ni habló con SIGLA.

Nosotros pensamos que son muy diferentes la comunidad gay norteamericana de la argentina, que antes de salir a medir hay que hacer una análisis sociológico previo, separar subgrupos, estudiar interrelaciones, y luego ver la serología de cada subgrupo de hombres que hacen sexo con hombres, estudiar los caminos entre esos subgrupos, y a partir de allí atacar la epidemia. Pero la Facultad de Medicina sabe mucho más, así que el convenio lo hizo con NEXO, que confirmó que enviaría a Carlos Mendes a nuestro taller de HSH, pero que ahora nos acusa de homofóbicos por hablar de hombres que hacen sexo con hombres sin tomarse el trabajo de conocer nuestra teoría.  Pero bueno, hoy tenemos que aprovechar que tenemos como invitada a una experta, y de las pocas que yo reconozco mucho,  porque se dio cuenta de que la medicina no alcanzaba para frenar el VIH.

LA: Bueno, usted sabe que la Facultad de Medicina no enseña lo que es la vida, sino lo que es la ciencia.

Adriana: Pregunta Eugenio de Devoto: “Dra., ¿porqué siguen existiendo médicos discriminatorios? Soy heterosexual pero de modales delicados,  y cuando me fui a hacer un ELISA sentí que se me maltrató considerarseme homosexual.

LA: Creo que los médicos no somos una raza aparte, somos parte de la comunidad, y si en la comunidad hay personas homofóbicas, en los médicos también los hay. El título profesional indica una idoneidad técnica, pero esto no significa que el individuo sea diferente por tener ese título. Hay gente que pasa por muchos lados como la universidad, y nunca se dio cuenta por donde pasó.

RF: Para desgracia nuestra la Facultad de Medicina tiene una tradición discriminatoria espectacular, debido a la forma en que se baja línea desde el rectorado y la manera en que se enfoca la homosexualidad: psiquiatría, perversión,  degeneración. Teorías médicas de principio de siglo.

Adriana: ¿No se les exige o sugiere a los médicos que trabajan en hospitales públicos alguna capacitación especial en el trato con los pacientes.

LA: Yo creo particularmente que a los médicos argentinos les resulta muy difícil la relación médico paciente, porque tradicionalmente la medicina argentina se ha situado en la posición en que el médico es el gran sacerdote y el paciente le pertenece, entonces el médico le dice al paciente “no me haga eso, no me abandone el tratamiento, no me deje de venir”, apropiándose del paciente.

El SIDA ha sido una de las enfermedades que ha tratado de nivelar esta situación poniendo en el tapete la opinión del paciente. Nunca en Argentina se consultó al paciente sobre si quería o no hacer el tratamiento. Vas a un médico, te toma la presión y dice “usted está hipertenso, de aquí en más usted toma tal cosa y tal cosa”. nunca te preguntó si estás dispuesto a seguir ese tratamiento para no estar hipertenso, nunca preguntó si querías tomar 50 pastillas al día o una sola. Todo esto empieza a suceder con el SIDA, que es revolucionario por cuanto transforma la relación médico paciente estableciendo una paridad de fuerzas. Esto es una cosa que los médicos deben aprender.

Adriana: Llamado de Gastón y flia de Caballito: ”Felicitaciones por los siete años del programa, ustedes me ayudaron a que mis padres entendieran el tema de la homosexualidad.” Llamado de Victor y esposa de Colegiales: “los escuchamos desde hace casi seis años y queremos agradecerles por lo que nos educa el programa”.

RF: Gracias a ustedes, y recuerden que es en cada uno de ustedes en quien confiamos para que nos ayuden a frenar la epidemia de VIH, que es nuestra urgencia.

Adriana: Gracias a que ellos están allí podemos llevar 7 años de programa.

RF: Y gracias a que ellos creen en lo que decimos muchos chicos no se van a infectar. Sigo creyendo que la educación es la que determina el comportamiento. Si a una chica desde beba se le dice toda la vida a toda hora que todas las mujeres lesbianas son machonas que fuman puros, si la chica es lesbiana va a terminar siendo una mujer machona que fume puros. A los gays los educan en ser descontrolados, descuidados e infectados. Siempre hay excepciones y rebeldes, pero la mayoría es como les dicen que tienen que ser los gays y las lesbianas. Por eso les digo a estas familias que si nos ayudan a mantener la variedad de la educación, a evitar este corsé gay importado de Norteamérica que nos está cayendo encima, evitarán que los jovenes se infecten, evitarán que los que tienen comportamiento bisexual se infecten, evitarán que las mujeres se infecten, evitarán tener que llorar sobre los chicos que nacen con VIH, y esto no es homofóbico: ésta es la descripción de la epidemia en el Río de la Plata.

¿Recuerda Dra. que una vez le pedí los datos  epidemiológicos de las edades comparadas de los grupos hetero y “homobisexual” y usted me dijo que la información estaba y solo bastaba apretar una tecla de la computadora? Yo creo que esa tecla no se tocó nunca. Como la diferencia de edad de infección era tan flagrante, uno de sus infectólogos me dijo que no podía ser más de 1 o 2 años.

LA: No es así. La diferencia es casi de 10 años entre ambos grupos.

RF: Ese mismo infectólogo, cuando le dije que no sabía sexología porque en la Facultad no se enseña ni siquiera qué es un orgasmo, tuvo la compadrada de responder que él ya lo sabía antes de entrar. Y me dio los datos que a él le convenían para que los gays fuéramos una unidad monolítica que él pudiera medir. Me amargo, doctora, porque nosotros nunca usamos al VIH como arma política; queremos que la lucha contra el VIH sea política de estado: pero tal como viene la historia, en dos años estaremos peleando por medicamentos.
En Argentina la infección sigue:  la cepa polirresistente se está formando, y se está creando un clima gay donde esa cepa polirresistente va a poder salir del infectado, y una vez que esto sea así sólo tendremos la opción de dejar que la gente se muera, porque no existirá presupuesto que alcance. Estados Unidos evitó esto de un modo curioso: estuve  observando la proporción que hay entre mujeres y varones infectados en Estados Unidos y Argentina, y resulta que nuestra epidemia es más vieja que la norteamericana aunque se hayan iniciado al mismo tiempo. En EEUU el virus no salió a la población heterosexual porque EEUU tiene una población gay cerrada sobre sí misma, que se retroalimenta con la reinfección. Así se logra encerrar la cepa polirresistente en esa comunidad, y los gays yanquis se infectan en grandes fiestas que duran tres, cuatro o cinco días a base de drogas y que ya se están expandiendo a México, a Brasil, y que si no hacemos algo llegarán aquí, disfrazadas de novedad de la subcultura gay norteamericana. Hay argentinos que ya están viajando a Miami para participar de esas fiestas, ¿y ahí van a medir serología? SIGLA quería que alguien hiciese la primera serología seria de la comunidad gay argentina. Los Dres. Flichman y Parisi no pudieron decir que sus datos se referían a toda la comunidad gay porque uno de los sobrevivientes de ese grupo, la CHA de los años ochenta, que soy yo, se la pasó diciendo “ustedes midieron una comunidad cerrada sobre si  misma en la que se habían acostado todos con todos por el clima ideológico: no eran más de 100 personas, y el resultado que publicaron fue que “una comunidad gay de Buenos Aires”, la única, estaba infectada en un 70%. Pero esa no era la serología de la comunidad gay en general, ni mucho menos de los homosexuales que vivían en Buenos Aires,  ni del Gran Buenos Aires y menos de Argentina, y ahora Medicina quiere hacer lo mismo que Flichman con la CHA. Yo compartí la cama con alguno de esos muertos y estoy vivo: ¿qué me protegió? No es que yo tenga mucosa acorazada o que Dios extendió su mano protectora, simplemente que, como la sexualidad es un conjunto de hábitos, esos hábitos me protegieron sin que yo lo supiera, pero ningún médico me preguntó sobre esos hábitos. Gay, homo, bi, todo igual, todo lo mismo. En SIGLA una gran mayoría de chicos que se acercaron cuando tenían 15, 16 o 17 años y hoy cumplen 20 o 22 años son seronegativos. Nosotros usamos la palabra para enseñar que hay hábitos que se pueden aprender para disfrutar de una sexualidad plena sin correr riesgos. Y esto no es homofobia internalizada: en cambio, sí lo es parecerse al gay frenético y sexual es una variación del gay desdichado y suicida que nos enseñaron a todos que éramos.

Insisto en que la educación es la que determina el comportamiento, y es lo único que nos puede ayudar a frenar la epidemia en Argentina.

LA PROHIBICION DE DONAR SANGRE PARA HOMOSEXUALES: LAS CONTRADICCIONES DE LA DEFENSORIA DEL PUEBLO DE LA CIUDAD
Emisión Nro. 381 del Programa radial de SIGLA "Totalmente Natural",  martes 14 de marzo de 2000.
Conduce Rafael Freda.

El viernes 10/3/00 llamé por teléfono al  doctor Niccolini. Su primera reacción fue negar que la doctora se hubiera opuesto a la decisión; la segunda, afirmar que él y Astarloa se habían puesto de acuerdo en que el mayor problema del VIH eran las mujeres; la tercera, que como médico sanitarista favorecía promover la autoexclusión como donante de cualquier hombre que tuviera sexo con otro hombre. Hoy, lunes 13 de marzo, nos entrevistamos con él: descubrimos una discrepancia entre el texto del Consenso de Montevideo y la forma en que fue enviado a publicar, que empeoraba enormemente la situación de los hombres que hacen sexo con hombres, ya que aquel consenso al menos había puesto una circunstancia: “en el último año”, aunque no menos discriminatoria,  que no figuraba en la publicación, con lo que nos transformó, a los ojos de los médicos transfusionistas, en excluidos a perpetuidad.

De todos modos, en ningún lado decía “hombre que haya tenido sexo con hombre en el último año sin protección, o fuera de pareja seronegativa excluyente”: y el doctor Niccolini no parecía haber pensado en ello. Había reflexionado sobre la promiscuidad, y en el curso de la entrevista pareció interesado en saber más sobre la composición de la vasta población de hombres que hacen sexo con hombres, HSH, y pidió que le enviáramos documentación e informes.

Así que la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires tuvo tres posturas sobre la misma situación: la defensora Oliveira firmó, en rápida sucesión, un dictamen por el cual pedía a la Fundación Favaloro que cambiase su cuestionario; otro, por el cual pedía a la Justicia amparo contra el Ministerio de Salud a causa de la Resolución 702/93; y luego, a través del dr. Niccolini, se mostró de acuerdo en agosto de 1999 con un consenso que intenta influir para suspender la Resolución 365/99, con lo que vuelve a regir la 702/93.  La contradicción de una Defensoría que denuncia al Ministerio pero vota a favor de la prohibición en la reunión de Montevideo se explica, en mi opinión, por una mezcla de antimenemismo tozudo (todo lo que haya hecho esa administración estuvo mal, incluso lo que estuvo bien), desinformación y prejuicios.

Dos preguntas: ¿cuánto cobró la Universidad de Palermo por redactar el escrito en que se demandaba que se suspendiese la Resolución 702, que la propia Defensoría después contribuyó a mantener? Si no fue por eso (malpensado yo) y alguien embarcó a la Defensoría en la irresponsable aventura del amparo bajo banderas de liberación sexual y defensa de las minorías, ¿qué clase de libertad es ésa en la que a uno se le dice “si a usted le gusta acostarse con otros hombres y quiere donar sangre, absténgase de tocar varón por un año?”. Si es así como nos defienden, “de mis amigos líbreme Dios, que de mis enemigos me cuido yo”, decía el refranero, que es sabio.

Ironías aparte, lo grave es que la reunión de expertos de Montevideo, con la Defensoría incluida (y SIGLA convenientemente excluida) prefirió mantener el estigma.

A los adultos varones que hacen sexo con hombres, sean gays, homosexuales sin identidad, bisexuales o varones en etapa de descubrimiento de la sexualidad, no se les pregunta sobre sus hábitos sexuales, si hacen o no sexo con preservativo, si viven en pareja seronegativa excluyente o no; directamente, se supone que si hicieron sexo en el último año fue sexo suicida y autodestructivo, apto para recibir el virus

Tampoco les interesó investigar: para ellos somos todos gays de plástico, a la moda ghetto yanqui o europeo en el peor de los estereotipos: promiscuos, infectados, suicidas e irresponsables. No les interesa preguntar si hacemos sexo seguro; presuponen que no. Eso es prejuicio, padre de la discriminación.

A los  adolescentes gays, tengan comportamiento homo o bisexual, la educación impartida por la escuela no les sirve como prevención contra las enfermedades de transmisión sexual. Nadie pensó en darles información útil: simplemente, se los imaginó adultos y se los excluyó para que no infectasen  los bancos de sangre, sin importar que se infectasen ellos mismos o no. Justamente, la causa de la diferencia de casi diez años entre el promedio de aparición de SIDA entre homobisexuales y heterosexuales es la diferente edad de iniciación sexual, combinada con la ignorancia supina con que la sociedad heterosexual nos provee para enfrentar a la vida y el virus.

Le llevaremos al doctor Niccolini información adecuada, y ojalá la Defensoría entable amparo contra el Ministerio por no poner en práctica la Resolución 365/98, con las modificaciones adecuadas. ¿Pero haría una entidad gubernamental de la Alianza un juicio a otra entidad gubernamental de la Alianza? Creo que les había gustado más la idea de hacerlo contra Maza.  Pero sursum corda: aguanta, corazón. Los individuos heterosexuales no son la sociedad heterosexual: algunos habrá más reflexivos. En eso se parecen mucho a nosotros, los homosexuales: hay mucho loco, pero también sensatos. La mayoría, creo.

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