En The Gay Academic. Louie Crew, editor. ETC Publications, 1978. Págs. 67 a 92.
En 1974 el autor dio una conferencia con estos contenidos en la Universidad de Nueva York
GENOCIDIO GAY: DEL LEVÍTICO A HITLER
Por Louis Crompton
La expresión “Genocidio Gay” no es de uso muy general. Suena teatral, y supongo que debo justificarla para no ser acusado de intentar explotar las emociones de la gente de un modo ilegítimo. La edición de 1953 del Diccionario Colegiado de Webster [Webster´s Collegiate Dictionary] (estoy usando deliberadamente un diccionario que tiene ya veinte años de antigüedad) define genocidio como “usar medidas sistemáticas y deliberadas tendientes al extermino de un grupo racial, político o cultural”. Por supuesto, genocidio viene a la mente cuando se piensa en el destino de los judíos en la Alemania nazi, en los indios norteamericanos, en los jesuitas de Inglaterra o en los protestantes de la masacre de San Bartolomé, o en el bando perdedor de cualquier guerra de clases. Tenemos amplios registros de estas campañas de exterminio. ¿Por qué, entonces, la palabra genocidio impresiona el oído como algo nuevo, incluso forzado, cuando se aplica a la homosexualidad?
El estudio aquí presentado apuntó a evaluar la prevalencia de identidades sexuales en Brasil a lo largo de la edad y el sexo, basado en cinco categorías (heterosexuales, mayormente heterosexuales, bisexuales, mayormente homosexuales, y homosexuales) y evaluar la ideación y conducta eróticas en heterosexuales. Los datos fueron reunidos usando cuestionarios de autoinforme en un website de investigación. Se recolectaron y analizaron datos de 41.873 participantes. De la muestra total, 78.2% de los varones y 89.8% de las mujeres se autodeclararon heterosexuales. Las minorías de mayor prevalencia fueron los homosexuales (4.6%) y los mayormente heterosexuales (4.1%). La ideación y conducta del mismo sexo entre heterosexuales fue frecuente y las diferencias de género fueron robustas. Las no heterosexualidades fueron más prevalecientes entre las generaciones más jóvenes.
Algunos de los estudios previos han mostrado diferencias de género en la proporción de celos: los hombres generalmente demuestran más alta respuesta a la infidelidad sexual (IS) en tanto que las mujeres lo hacen ante la infidelidad emocional (IE). Los estudios de celos en parejas homosexuales mostraron que los varones gays tienden a ser más sensibles ante la IE, y que las lesbianas mostraban más preocupación ante la IS. Estos estudios sugieren que el tipo de celos podría depender del sexo de la pareja del respondiente y de la orientación sexual.
Jacques Balthazart a, 1
Hace veinte años, Ray Blanchard y Anthony Bogaert demostraron que la probabilidad de que un varoncito al crecer llegara a ser gay aumentaba con cada hermano mayor que naciera de la misma madre: esto se llamó efecto de orden de nacimiento fraterno (FBO en inglés). Su primera investigación indicaba que cada hermano mayor aumentaba la probabilidad de ser gay en alrededor del 33% (1). Este sorprendente fenómeno fue confirmado en múltiples estudios basados en poblaciones independientes con un total de más de 10.000 sujetos, y un metanálisis indicó que entre el 15% y el 29% de los varones gays deben su orientación sexual a este efecto (2). A pesar de esta convincente evidencia, siguió siendo elusivo el mecanismo que explicara este efecto. En PNAS, Bogaert et al. (3) presentan evidencia bioquímica directa que indicta que la incidencia incrementada de homosexualidad en los varones con hermanos mayores es resultado de una inmunización progresiva de la madre contra una proteína de adhesión celular específica de los varones, que juega un rol clave en las interacciones de célula a célula, específicamente en el proceso de formación de las sinapsis que durante el desarrollo se llama neuroligina 4 vinculada a Y, o NLGN4Y. Este estudio provee la primera explicación basada en datos del efecto ONF y agrega un capítulo significativo a la creciente evidencia que indica que la orientación sexual está pesadamente influida por mecanismos biológicos prenatales, y no por factores no identificados de la socialización.
RESUMEN: En los años sesenta del siglo XIX, con una innovadora teoría del origen de la homosexualidad que no la veía ni como un pecado ni como una enfermedad, el abogado alemán Karl Heinrich Ulrichs se volvió un abierto defensor de su práctica. Este paper describe la teoría, ubicándola históricamente en el contexto de la vida de Ulrichs, y muestra por qué, aunque fue progresista para su tiempo, eventualmente fue abandonada.
En este texto de 1974 Kurt Freund pone a prueba el concepto freudiano de la homosexualidad y descubre que no resiste los análisis científicos. Como la epistemología de la época favorecía a Freud, esta visión más exacta se difundió poco.